"En los Valles de Andorra, en sus plazas y en los alrededores de sus pueblos, delante de las puertas de las masías, en la cima de sus montañas [...] Se encienden en esta fiesta grandes hogueras [...] Los chicos hacen lo que denominan fallas que encienden agitándolas y girándolas vertiginosamente, tomando la forma de grandes ruedas de fuego..."
La cremada de falles en Andorra se celebra por el solsticio de verano en dos fechas diferentes: el 23 de junio, verbena de San Juan, se puede disfrutar de la fiesta en Andorra la Vella, Sant Julià de Lòria, Escaldes-Engordany, Encamp, Canillo y La Massana; mientras que el 28 de junio, verbena de San Pedro, llega el turno de Ordino.
Es una tradición que refuerza el sentido de pertenencia, la identidad y la cohesión social, al mismo tiempo que promueve la solidaridad, la integración y el diálogo entre generaciones a través de la celebración de una fiesta muy arraigada en la comunidad.
Andorra promovió la incorporación de las fallas en la lista de Patrimonio cultural inmaterial de la humanidad de la UNESCO. En 2015 se introdujeron las Fiestas del fuego del solsticio de verano en los Pirineos que se celebran en Andorra, Aragón, Cataluña y Occitania.
Las Fallas del solsticio de verano son Fiestas de interés cultural incluidas como bien inmaterial en el Inventario general del patrimonio cultural de Andorra.
Foto: ©Lluís Prieto