Colectius fallaires

Los colectivos

En Andorra hay siete colectivos fallaires autónomos, cada uno tiene una organización y una personalidad diferente.

Son estos, en orden de creación:

  • Associació Fallaires d'Andorra la Vella
  • Fallaires Lauredians
  • Fallaires d'Escaldes
  • Fallaires d'Encamp
  • Fallaires d'Ordino
  • Fallaires de Canillo
  • Fallaires de la Massana

Las parroquias fallaires

Haz clic en el mapa para conocer cada colectivo:

La taula nacional

La taula nacional de falles de les valls de Andorra se creó el año 2017 para reunir a los diferentes colectivos y establecer estrategias conjuntas para salvaguardar y mantener vivo este patrimonio inmaterial.

Es un espacio de trabajo conjunto y fortalecimiento de la comunidad fallaire. Está integrada por representantes de cada colectivo y por los dos últimos fallaires majors.

Además, hace de interlocutor con el Ministeri de Cultura i Esports para diseñar y desarrollar los proyectos de divulgación y salvaguarda de la cremada de falles en Andorra.

Actividades conjuntas

Los cinco colectivos fallaires organizan de forma conjunta diversas actividades.

La búsqueda de la argolla de Fontargent

Consiste en un juego de pistas en el Valle de Incles al final del cual hay una argolla de plata de donde cuelga un clavo de oro. Quien la encuentre será nombrado fallaire mayor. La actividad se desarrolla a principios de junio, en un fin de semana de confraternidad con fallaires de todos los colectivos.

Leyendas

Hay leyendas andorranas que dicen que estas argollas fueron colocadas por Carlomagno o su hijo Luis el Piadoso para conmemorar las victorias ante los árabes.

La de Fontargent sería la argolla en la que Carlomagno estacó a su caballo y que cada noche de San Juan se convierte en oro.

Taller de la falla tradicional

A principios de junio, los fallaires pelan los abedules para elaborar la falla tradicional. Cada colectivo quemará sus fallas tradicionales en un momento determinado de la fiesta.

Relevo de fallaire mayor y quema de la primera falla

La actividad se realiza en la plaza del Consell el 23 de junio por la tarde. El fallaire major saliente traspasa la capa roja al fallaire major entrante y le cuelga del cuello el clavo de oro que lo distingue como máximo representante de los fallaires durante todo un año. El nuevo fallaire major es el encargado de encender la primera falla y de hacerla rodar en el centro de la plaza.

En este mismo acto también se hace un homenaje a una persona que se ha identificado a lo largo de su vida con las fallas, ya sea para su promoción y difusión o para la preservación de la fiesta.

El acto coincide con la llegada de la Flama del Canigó a la Casa de la Vall, organizada por el Centre de la Cultura Catalana.